Los riñones son muy importantes porque están encargados de filtrar y ayudar al cuerpo a desprenderse de las sustancias que no necesita, disolviéndolas y expulsándolas en forma de orina. Con los años van perdiendo esta función por lo que se hace indispensable prevenir la enfermedad renal. Se estima que un 10% de la población sufre alguna enfermedad en los riñones.
Pues bien, la clave es cuidar los riñones y estar atento a cualquier indicio o síntoma que pueda estar indicándonos que nuestros riñones empiezan a fallar. Cuando la orina es muy concentrada, se pueden formar cristales o cálculos urinarios. El tamaño de estos cálculos o piedras puede variar desde 1 milímetro a varios centímetros de diámetro. En algunos casos, se forma una sola piedra y en otros, más de una.
El problema viene cuando se desplazan desde el riñón hasta la vejiga a través del uréter, pudiendo provocar un episodio traumático llamado cólico nefrítico, caracterizado por un fuerte dolor en la zona lumbar que se irradia hasta la ingle del mismo lado y que suele ir acompañado de náuseas y sudoración, que casi siempre obliga al paciente a acudir a la emergencia de inmediato.
Los cálculos urinarios son más frecuentes a partir de los 30 años y en general, aparece con mayor frecuencia en los hombres que en las mujeres.
Si se trata sólo de arenilla o pequeños cristales, con medicación y una buena ingesta de agua se puede lograr su eliminación; pero si se trata de cálculos de mayor tamaño que no se pueden expulsar de manera natural, se debe recurrir a técnicas quirúrgicas como la litotricia extracorpórea con ondas de choque, la ureteroscopia con laser de Holmium, la cirugía laparoscópica o la cirugía percutánea renal. Técnicas quirúrgicas minimamente invasivas y de gran eficacia que progresivamente con el paso del tiempo han ido reemplazando a la cirugía abierta renal y permiten localizar y destruir los cálculos sea cual sea su tamaño, composición y localización.
- Finalmente les dejamos unos consejos para mantener sanos sus riñones:
1. Ejercicio: la actividad física es clave para mantener un peso adecuado.
2. Nutrición equilibrada: evitar el abuso de proteínas, por el consumo excesivo de carnes rojas.
3. Reducir el consumo de sal: es conveniente para evitar la retención de liquidos y que los riñones trabajen más de la cuenta.
4. Tabaco: es el gran enemigo de nuestros riñones, porque altera la circulación sanguínea.
5. Mantener una buena hidratación. Beber entre litro y media a dos litros de líquidos al día.
6. Evitar los antiinflamatorios. No consumir en exceso los antiinflamatorios. En su lugar, se pueden tomar analgésicos como el paracetamol, que son menos tóxicos para el riñón.
7. Un adecuado control de enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial. Para evitar un daño potencialmente mayor en los riñones.