NEFRECTOMIA RADICAL LAPAROSCOPICA
Es una cirugía mínimamente invasiva, la cual permite la extracción del riñón afectado por el cáncer acompañado por todo el tejido adiposo que lo recubre ( grasa ), que es importante para poder realizar un estadiaje y un pronóstico de enfermedad adecuado. La Nefrectomía Radical Laparoscópica es el tratamiento de elección en el manejo del cáncer de riñón de más de 7 cm de tamaño y se realiza habitualmente con anestesia general.
Mientras usted está anestesiado, el urólogo introduce un instrumento denominado TROCAR que es del grosor de un bolígrafo por la zona abdominal a un costado del ombligo, por el cual ingresa un instrumento denominado OPTICA LAPAROSCOPICA, la cual permite visualizar directamente la cavidad abdominal, para luego proceder a introducir dos trocares más de 0.5 y 1 cm, también por la zona abdominal hacia arriba y hacia abajo, formando un triángulo. Luego se introduce a través de esos dos trocares diferentes pinzas laparoscópicas con la finalidad de disecar, ubicar sus vasos principales, seccionarlos y poder extraer el riñon afectado de forma completa. Finalmente el riñon se extrae en una bolsa ampliando la incisión más inferior solo lo suficiente para que permita que la bolsa con el órgano salga. Este paso es muy importante para evitar la diseminación de la enfermedad.
El paciente estará hospitalizado durante 2 días o como máximo 3 días, portando un drenaje abdominal que será retirado antes del alta y una sonda vesical que habitualmente se coloca solo durante las primeras 24 horas.
Al no ser un proceso quirúrgico tan agresivo (ya que la incisión quirúrgica es mínima), el dolor durante el postoperatorio es mucho menor y tras la intervención, el paciente es capaz de caminar y realizar sus actividades habituales por si mismo. La recuperación total suele tomar dos semanas; sin embargo, hay que ser cuidadoso y no realizar mucha actividad física, ya que de todas maneras el organismo necesita tiempo para disminuir el proceso inflamatorio de la cirugía y sanar.
FACTORES QUE PODEMOS TENER EN CUENTA PARA ACELERAR LA RECUPERACIÓN:
Incluir gran cantidad de líquidos en la dieta
sobre todo agua, evitando el alcohol, bebidas con gas y el café.
Deben evitarse los esfuerzos físicos
y nunca excederse levantando objetos pesados (que superen los dos Kilos) y abstenerse de conducir durante un mínimo de cuatro semanas..
Es necesario suspender la actividad sexual
durante la recuperación, al menos durante cuatro semanas, pero este tiempo puede prolongarse, en función de cómo evolucione el paciente.
Como se puede deducir de las observaciones expuestas anteriormente, el proceso dura unas pocas semanas tras el alta, en muy raras ocasiones se extiende más allá de los dos meses. La paciencia y constancia son la clave de la recuperación.
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